Recientemente, el ministro británico de economía, George Osborne, afirmó que en caso de que Escocia se independizara, la libra esterlina no sería compatible con el nuevo país. Afirmó que veía «improbable» que Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte pudieran llegar a un pacto para compartir la divisa.
La reacción escocesa no se ha hecho esperar. Hace unos días, el ministro principal de Escocia, Alex Salmond, amenazó con no pagar la parte de la deuda escocesa contraída con el Reino Unido.
Estas declaraciones las ha hecho en la presentación de la estrategia económica en la que quiere mostrar la capacidad de los escoceses para independizarse del Reino Unido.
Las alternativas para un Estado independiente escocés pasarían por establecer una nueva moneda o ingresar en el euro. Los escoceses prefieren mantener la libra esterlina como su moneda.
Argumentos a favor
Como argumento a favor de este propósito, afirmó Salmond que: “La esterlina es nuestra moneda tanto como es la moneda del resto de Reino Unido, de la misma manera que el Banco de Inglaterra es nuestro banco central. Lo que no puede ser en absoluto es que un país se pueda quedar con todos los activos pero no toda la deuda”
La deuda escoces, en función de un reparto en base a la población, es de unos 92.000 millones de libras, es decir, en euros, unos 108.000 millones.
Argumentos en contra
Alistair Darling, líder de la campaña por la unión «Juntos, mejor» ha afirmado “La verdad es que en ese escenario el presupuesto de Escocia tendría que ser refrendado por el que sería un Gobierno extranjero en Londres. ¿Por qué diablos va el resto de Reino Unido permitir que Escocia socave su economía?”. Critica la posición de los independentistas escoceses afirmando que toda su estrategia económica gira alrededor de la moneda.
Willie Rennie, liberal-demócrata británico, tambiñen criticó a los independentistas e hizo la siguiente declaración: “Es la misma vieja historia de siempre, muchos lemas y malas sumas. Quieren gastar tres veces el mismo dinero, con un fondo del petróleo, gastos de capital y recortes de impuestos”. Esta declaración viene a raíz de la propuesta económica de Escocia, que pone uno de sus pilares en el negocio del petróleo.