En esta primer semana del año, la libra esterlina sigue sufriendo el embate de los datos de la economía del Reino Unido.
En general, cuando más se cierne la duda sobre la recuperación de la economía de un país, mas sufre la moneda de dicha nación. De esta manera, esta semana la libra volvió a sufrir importantes ventas por la preocupación de que la economía del Reino Unido continúe débil y que la deuda del país siga aumentando.
Este año el país británico deberá enfrentar un nuevo proceso electoral, y con ello los datos sobre su evolución económica toman un mayor peso. Además ayer jueves el Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra (BoE) decidió mantener los tipos de interés, en el nivel más bajo de la historia, en el 0,5%.
De acuerdo a lo anunciado por el Comité el Reino Unido no ha logrado salir aún de la recesión, por lo que se considera necesario continuar con el programa de compras de activos por importe total de 200.000 millones de libras financiado a través de la emisión de reservas del banco central.
La economía del Reino Unido encadena seis trimestres consecutivos en negativo, y a diferencia de otros países como EE.UU., Alemania o Francia, no ha logrado quebrar esta tendencia.
De este modo, los ingleses atraviesan la recesión más prolongada desde que se iniciaron los registros en 1955, acumulando una contracción de su economía del 5,1% interanual.
