FMI pide más medidas al Reino Unido

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha advertido de que un agravamiento de la crisis de deuda soberana en la zona euro podría provocar un «shock contractivo considerable» en la economía del Reino Unido, según recoge el informe correspondiente al artículo IV de la institución para la economía británica.

El fondo destaca que tiene «vínculos notables» con los países de la zona euro, ya que la exposición de su sistema bancario a Grecia, Irlanda y Portugal es de 178.000 millones de dólares (125.000 millones de euros), de los 135.000 millones (95.000 millones) corresponden sólo a Irlanda, país que además representa el 7% de la exportaciones del Reino Unido.

Asimismo, destaca que también mantiene relaciones financieras y comerciales importantes con países como Alemania y Francia, quienes se podrían ver afectados por las turbulencias en la periferia de la zona euro.

En concreto, explica que, aunque la exposición de la banca británica a la deuda soberana es «manejable», los efectos en la economía pueden agrandarse si la gravedad de la crisis periférica conduce a tensiones en los principales bancos europeos o en los mercados financiación mayorista, lo que a su vez podría provocar mayores perdidas bancarias y costes de financiación, una menor confianza de los consumidores, un crédito más limitado y una caída de los precios inmobiliarios.

Sin embargo, cree que el país podría beneficiarse de otros efectos como unas precios más bajos de las materias primas. Por todo esto, reconoce que es «incierto» que efecto tendrá finalmente la crisis de deuda, pero añade que políticas mitigadoras como facilidades de liquidez o de capital de apoyo ayudarían a reducir el impacto.

EL FMI RECLAMA NUEVAS MEDIDAS

Por otro lado, el FMI destacó los progresos realizados por el Gobierno británico, como un menor déficit fiscal, un mayor capital bancario y la expansión del empleo. Sin embargo, advierte de que la combinación de bajo crecimiento y una inflación superior al objetivo representa un «desafío político».

En este sentido, el Fondo reclama al país que avance en las reformas estructurales para promover la sostenibilidad fiscal en el largo plazo e impulsar el crecimiento potencial. En concreto, propone que realice un recorte de impuestos temporal y aconseja al Banco de Inglaterra que amplíe su programa de recompra de bonos o «quantitative easing».

A este respecto, cree que la actual mezcla de una política monetaria acomodaticia y un ajuste fiscal es «apropiado», ya que mantendrá bajos los tipos de interés y permitirá una libra competitiva, permitiendo reequilibrar el crecimiento hacia la inversión y las exportaciones netas.

La institución insiste en que la perspectiva de crecimiento está sujeta a considerables incertidumbres y las políticas podrían tener que ajustarse ante un posible cambio de las condiciones macroeconómicas. «En particular, si el crecimiento y la inflación sorprenden al alza, el endurecimiento de la política monetaria tendrá que acelerarse», explica.

Respecto al sistema financiero, destaca los esfuerzos para fortalecer su resistencia, ya que los niveles de capital han mejorado notablemente y todos los bancos pasaron las recientes pruebas de estrés. Sin embargo, considera que el sector sigue siendo vulnerable a sus riesgos, dado su modelo de financiación y la calidad de sus activos.

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