Las divisas son uno de los mercados más grandes y más líquidos del mundo. Veinticuatro horas al día, todos los días de la semana, los inversores negocian mil millones de dólares, euros, entre otros en divisas. Estos inversionistas usan una variedad de estrategias para maximizar sus ganancias o para mitigar los riesgos. Muchas de estas estrategias son complejas, pero en la mayoría de las ocasiones tienen bases simples.
Estrategias de cobertura
El tipo de estrategia más básico es el uso de una cobertura simple. La cobertura de divisas extranjeras no está diseñada para generar beneficios. En su lugar, está destinado a bloquear las ganancias. Cuando los inversionistas tienen activos o pasivos denominados en diferentes divisas, las fluctuaciones monetarias pueden afectar sus beneficios de manera impredecible. Estos inversores suelen usar una cobertura para equilibrar este riesgo: si un inversor espera un gran pago en yenes el año que viene, puede hacer una apuesta a que el yen caerá en valor. Si el yen cae, el pago será menor, pero la apuesta valdrá la pena para compensar y viceversa.
Estrategias globales
Muchos de los inversores en divisas extranjeras utilizan una estrategia global. Se trata de identificar las tendencias a largo plazo de una divisa sobre la base de las políticas económicas y de rendimiento de los países que estudia. Por ejemplo, un inversor podría decidir que el déficit del gobierno de los Estados Unidos exigirá que el gobierno pida prestado o imprima más dinero. Esto podría conducir a un valor del dólar aún más bajo. Con este conocimiento, el inversor podría recurrir a los mercados de divisas y apostar que el dólar estadounidense reducirá su valor en comparación con otras divisas.
Análisis técnico
El análisis técnico utiliza las señales de los precios y el volumen para determinar cuándo comprar y vender sus divisas. Los inversores que utilizan estas estrategias miran los gráficos de rendimiento reciente de los precios y usan esto para adivinar lo que les depara el futuro para un determinado activo. Un inversor puede determinar que el euro tiene un fuerte impulso financiero, por lo que podría invertir en euros para beneficiarse de esta tendencia. Otros inversores podrían notar que el yen siempre ha cambiado de dirección cuando llega a una cierta tasa de cambio en comparación con el dólar y podría apostar por esta tendencia.
Análisis cuantitativo
Algunos inversionistas adquieren programas que agregan grandes cantidades de datos del mercado de valores con el fin de encontrar patrones. Un analista cuantitativo podría determinar que los aumentos repentinos en el valor de una divisa en relación con otra, puede ser algo representativo al momento de invertir. Este inversor apostaría en contra de esa divisa si su precio se disparara. Otros software pueden determinar los casos en las que dos divisa se correlacionan fuertemente y apuestan que si esta correlación se rompe, con el tiempo se restaurará.
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