En plan batalla escocesa por al independencia de Reino Unido, el ministro británico de economía, George Osborne, ha afirmado que una Escocia independiente no sería compatible con su utilización de la libra esterlina, por lo que debería dejar de utilizarla.
Ha declarado que ve «improbable» que Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte pudiera llegar a un pacto de unión monetaria para compartir la divisa con un Estado Independiente Escocés y que la zona monetaria funcionase. Para respaldar su posición, ha presentado en Glasgow un amplio informe que demuestra sus afirmaciones.
¿Existe riesgo para la libra esterlina?
Osborne ha declarado también que la estabilidad de la libra esterlina asumiría un riesgo si a nivel internacional se percibiera la falta de acuerdo entre la unidad monetario y ha dicho que esto fomentaría la especulación.
Frente a este riesgo, los escoceses declaran que su plan es:
Permanecer temporalmente dentro del marco de la libra esterlina de manera que la economía escocesa saliera menos perjudicada de la posible secesión.
Antecedentes de la independencia escocesa
Para aquellos que estén un poco perdidos en el tema de la independencia escocesa, vamos a poner el tema en situación:
Los escoceses quieren un Escocia independiente, un estado separado del Reino Unido. Se basan en su característica cultura e identidad, diferentes de las del Reino Unido.
Reclaman un estado independiente tal y como fue hasta el año 1707. En 1998 se creó el Parlamente Escocés, siéndoles de esta manera devueltos algunos poderes legislativos.
El conflicto comenzó con la disputa sobre si fronteras y sobre si los gobernantes escoceses eran vasallos del Rey de Inglaterra. Entre los años 1290 y 1363 tuvieron lugar las Guerras de Independecia Escocesa en las que perdieron diversos territorios a manos de los ingleses.
En 1603 el rey Jacobo VI de Escocia se convirtió en Jacobo I de Inglaterra aunque Escocia mantuvo su autogobierno. El conflictó tomó carácter económico.
En 1707 firmaron el Acta de Unión por el que el Parlamnto Escocés su fusionó con el Inglés y se convirtió en el Parlamento de Gran Bretaña, aunque los escoceses mantuvieron su idioma, cultura y algunas leyes.