Según el diario londinense Guardian, la libra esterlina es un caso perdido frente a las demás divisas internacionales. En términos reales, ya se ha devaluado en contra de todas las monedas exceptuando el dólar de Zimbabwe. Esto pone a Gran Bretaña en un posición demasiado crítica.
La libra se depreció dos centavos con relación al dólar hasta llegar al nivel más bajo en nueve meses. También se depreció con relación al euro y al yen.
A esto hay que agregarle la gran cantidad de deudas que giran entorno a la esfera de los bonos del tesoro británico, que podrían provocar otra recaída de la economía británica.
Buena parte de esta deuda incobrable es de la burbuja hipotecaria británica que empezó a desplomarse hace dos años. Los precios de la vivienda cayeron en febrero por primera vez en 10 meses, en un 1%, después de que hubo una contracción del 8% en la venta de viviendas.